Lilás

Quando Clara queria estar só, tirava os óculos e via o mundo “a la Monet”. As placas viravam desenhos, os desenhos viravam borrões. E os borrões formavam figuras, que às vezes viravam letras. Os edifícios ficavam mais altos, as luzes desfocadas. Descia uma neblina branca, e o ambiente se tornava repleto de um mistério inglês.

Livre de lentes, tudo era bruto, dentro de uma penumbra esvoaçante. Não havia sorriso nem pranto nos rostos alheios. Não havia cobranças. Só uma Clara sensível às coisas de uma forma diferente. Uma observadora de binóculo embaçado que podia, enfim, experimentar de novo aquela mesma sensação infantil de que, se não vemos, não somos vistos.

Quando Clara arrancava os óculos, se despia do mundo. Conectava-se a um esconderijo onde podia escutar as batidas de seu coração, sentir o aroma da sua própria pele. Apreciar suas próprias texturas. Como se a miopia fosse a chave “desliga”: não lhe fazia mais sentido a legibilidade que lhe proporcionavam as lentes, o enfoque que abria a densa cortina de neblina que a envolvia.

E quando tudo se dissolvia no espaço ela fechava os olhos. E se perdia em seus próprios labirintos.
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Cuando Clara quería estar sola, se sacaba los anteojos y así veía el mundo " a la Monet". Los anuncios se transformaban en dibujos y estos en borrones. Y los borrones se transformaban en figuras que después parecían letras. Los edificios parecían más altos y las luces fuera de foco. Bajaba una neblina blanca y el ambiente se sumergía como en un misterio inglés.

Sin anteojos todo era bruto, como fluctuante en medio de la penumbra. No había risas ni lágrimas en los rostros ajenos. No había reclamaciones. Sólo Clara sensible a las cosas de una forma diferente. Era una observadora, con lentes empañados que podía finalmente experimentar otra vez aquella misma sensación infantil de que si no vemos, no seremos vistos.

Cuando Clara se sacaba sus anteojos, se denudaba al mundo. Se conectaba a un escondite desde donde podía escuchar los latidos de su corazón, sentir el aroma de su propia piel. Apreciar sus propias texturas. Como si la miopía fuese el interruptor: ya no tenía sentido la visión que le proporcionaban las lentes o el enfoque que abría la densa cortina de niebla que la cubría.

Y cuando todo se disolvía en el espacio, ella cerraba los ojos. Y se perdía en sus propios laberintos.
(versión en español por Jorge Abril)

Comentários

Anônimo disse…
Querida Damiana:
Se nota en tu escritura que sos un ser transparente. Quizás por ello puedas transmitir tan hermosas sensaciones. Te felicito. Es una felicidad, que gracias a la técnica actual, tu obra se difunda.
No bajes los brazos. Vale la pena que el mundo te conozca.
Felicitaciones!!!!!
CRISTINA
Unknown disse…
If I do not check your blog on a daily basis it may turn out that within a week youmay just publish a book of poems. I have impression of assissting (being present is more likely) something wonderfull and new.

Moreover, you also receive inspiring comments to your publications.

Where are the old texts,by the way?
May I have a copy since didn't copy/paste-ed it on time.

Um abraço,
Avgerinos

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